miércoles, 15 de octubre de 2014

4 periodo

 el espititusanto.

   En la teología cristiana, el Espíritu Santo —o equivalentes como son, entre otros, Espíritu de Dios, Espíritu de verdad oParáclito: acción o presencia de Dios, del griego παράκλητον parákleton: ‘aquel que es invocado’, del latín Spiritus Sanctus: Espíritu Santo— es una expresión bíblica que se refiere a una compleja noción teológica a través de la cual se describe una "realidad espiritual"1 suprema, que ha sufrido múltiples interpretaciones en las diferentes confesiones cristianas y escuelas teológicas.
De esta realidad espiritual se habla en muchos pasajes de la Biblia, con las expresiones citadas, sin que se dé una definición única. Esto fue el motivo de una serie de controversias que se produjeron principalmente a lo largo de tres periodos históricos: el siglo IV como siglo trinitario por excelencia, las crisis cismáticas de oriente y occidente acaecidas entre los siglos IX y XI y, por último, las distintas revisiones doctrinales nacidas de la reforma protestante.
En torno a la naturaleza del Espíritu Santo se sostienen básicamente cuatro interpretaciones:[cita requerida]
  • Según las interpretaciones de carácter modalista, el Espíritu Santo es una fuerza o cualidad divina al modo de la sabiduría, la belleza, el amor o la bondad. El unitarismo, si bien guarda diferencias teológicas básicas con el modalismo, comparte esta visión de un Espíritu Santo impersonal que actúa siendo el Poder o Fuerza Activa de Dios. En cualquier caso, ambas corrientes comparten la visión de que el Espíritu Santo no es "algo" sino alguien.
  • Según las interpretaciones de carácter arriano, el Espíritu Santo es una entidad espiritual o naturaleza angélica de carácter excelso, muy cercana a la divinidad, pero diferente a ella por su condición de criatura.
  • Según las interpretaciones de carácter triteísta2 el Espíritu Santo es otro Dios, quizá de carácter inferior al Dios principal, pero que comparte con él la cualidad de ser increado.
  • Las interpretaciones de carácter trinitario consideran al Espíritu Santo como una persona divina, noción con la que se asume la divinidad del Espíritu Santo, manteniendo, sin embargo, la unicidad del principio divino. Esta es la doctrina del cristianismo católico, del cristianismo ortodoxo y de algunas denominaciones protestantes.
Sobre la procedencia del Espíritu Santo, existe cierta unanimidad entre las diferentes confesiones cristianas. A excepción de la interpretación triteísta, que asume al Espíritu Santo como un ser increado e independiente de Dios, las otras tres interpretaciones consideran que procede de Dios, aunque se diferencian en la forma. En el modalismo, procede como fuerza, en el arrianismo como criatura y en el trinitarismo como persona. El trinitarismo aborda, además, una cuestión adicional propia de su marco teológico. Distingue entre la procedencia del Padre y la procedencia del Hijo, cuestión conocida como cláusula filioque.
En lo referente a las cualidades del Espíritu Santo, los teólogos cristianos asumen que es portador de dones sobrenaturales muy diversos que pueden transmitirse al hombre por su mediación. Si bien la enumeración de los dones puede variar de unos autores a otros y entre distintas confesiones, existe un amplio consenso en cuanto a su excelencia y magnanimidad.
La mayor parte de las iglesias cristianas, y entre ellas las principales, se declaran trinitarias. Existen también iglesias no trinitarias que confiesan alguna de las otras modalidades interpretativas.

El fruto[editar]

En la teología cristiana, se dice que la cercanía del Espíritu Santo induce en el alma una serie de hábitos beneficiosos que se conocen como El Fruto del Espíritu Santo y que constan en la Epístola a los Gálatas 5:22. El Fruto, nueve según la versión Reina Valera 1960, son:22
El fruto es producto de la obra del Espíritu. El número de nueve citado en el Nuevo Testamento es simbólico pues, como afirma Tomás de Aquino, «son frutos de cualquier obra virtuosa en la que el hombre se deleita».23

Verdad lógica



Una verdad lógica es una fórmula bien formada de un lenguaje formal que es verdadera bajo todas las interpretaciones de los componentes (distintos de lasconstantes lógicas) de ese lenguaje.1 2 En algunos textos y contextos (v.g. cálculo lógico y lógica matemática), las verdades lógicas se conocen como fórmulaslógicamente válidas (que tienen validez lógica).3 Dos características generalmente aceptadas de las verdades lógicas son que son formales y necesarias.4 Que sean formales implica que cualquier instanciación de una verdad lógica es también una verdad lógica.4 Que sean necesarias significa que es imposible que sean falsas, es decir que en todas las situaciones contrafácticas, las verdades lógicas siguen siendo verdades lógicas.4
A veces se confunde a las verdades lógicas con las tautologías. Las tautologías son las verdades lógicas de la lógica proposicional. Si bien toda tautología es una verdad lógica, no toda verdad lógica es una tautología.

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